Público
25/12/2010
Afirmó el monarca que, en las actuales circunstancias, “no caben actitudes individuales ni colectivas de indiferencia o de egoísmo que a la postre nos dañan a todos”. El mensaje parecía aludir a los controladores, pero cabe aplicarlo a muchos empresarios que exigen sin cesar prebendas económicas mientras el grueso de la sociedad paga los platos rotos de los excesos y sufre los rigores de las reformas que con tanta firmeza apoya el monarca. Hubiera sido interesante que Juan Carlos profundizara un poco en su afirmación retórica de que la ausencia de rigor y honradez no fue ajena al origen de la actual crisis. Y si de predicar con el ejemplo se trata, la Casa del Rey sólo ha reducido su presupuesto en las cuentas de 2011, tras dos años y medio de crisis, y lo ha hecho en un 5,2%, apenas un tercio del recorte de los ministerios.
http://blogs.publico.es/versionlibre/307/juan-carlos-el-rey-reformista/
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