Iñigo Landa

13/05/2010

El Rey abandonó la planta privada del Hospital Clínic de Barcelona (Barnaclinic)por su propio pie antes de cumplirse el cuarto día de su intervención para extirparle un nódulo en el pulmón de carácter -nos dicen y queremos creer- benigno debido a su “muy favorable” evolución y a que ya no existe necesidad de que permanezca en el centro.

Juan Carlos salió a las 16.15 horas del centro sanitario barcelonés y, en una breve intervención, dio las gracias al equipo médico que le ha atendido y resaltó que “en España tenemos que estar orgullosos de la sanidad pública que tenemos, tanto en Cataluña, como en Madrid”. O sea, otra de sus habituales patochadas que suenan más a burla ante el pueblo que a otra cosa.

Pero, había algo con lo que no contaban en Zarzuela y no es otra cosa que les saliese “al paso” alguien que ni sabían que estaba ni mucho menos esperaban: el Defensor del Paciente. No es otro quién critica las palabras del Borbón al considerar que “es muy fácil hacer estas declaraciones cuando no se ha pasado por urgencias”. En un comunicado, la presidenta de la Asociación, Carmen Flores, recriminó al Rey que tampoco tuvo que esperar para ser intervenido, y que “es muy fácil cuando se ha estado en una zona privada”.

Con esto, apuntó que miles de ciudadanos sufren una situación “caótica” en la sanidad pública, siendo la catalana una de las más endeudadas. Apuntó que en la “maravillosa sanidad” faltan profesionales, camas y medios. “Quizás si usted estuviera informado se daría cuenta de la cantidad de personas que quedan incapacitadas, mueren o pierden su trabajo por no ser atendidas a tiempo”. “Majestad, lo que usted ha vivido es la panacea, nada que ver con la realidad”.

Los gastos de la intervención y de la hospitalización del monarca irán con cargo a la Seguridad Social, según fuentes del Hospital. “El Rey recibe el mismo trato que cualquier ciudadano que necesite una intervención quirúrgica similar y acuda a un hospital público para ser operado por un cirujano que trabaje para la sanidad pública”. La única diferencia que ha existido es que el Rey, “por cuestiones de seguridad”, ha ocupado una habitación de la planta privada. Los únicos gastos que tendrá que abonar, igual que cualquier otro paciente de la sanidad pública, son los extras como llamadas telefónicas, bebidas o catering.

La Casa Real (su Dpto. de Marketing, Publicidad y Propaganda) ha pedido costear los gastos extra de seguridad y protocolo… ¡qué buenos… que legales!… ¡qué jetas!… Pero bueno… siempre nos quedará el consuelo de que no les quedan ni tres Legislaturas parlamentarias, lo que no deja de ser un verdadero alivio.

Por cierto, también hoy hemos sabido acerca de los recortes sociales que tiene intención de llevar a la práctica un Gobierno que llegó a negar el término “crisis” y al que le han tenido que venir a llamar al orden desde fuera. En resumen, los malparados serán funcionarios, jubilados y embarazadas. Por supuesto, los principales causantes de la caótica situación económica (bancos, especuladores, etc.)… de rositas. Para variar, siempre ha de ser el pueblo llano el que “pague el pato” pero, ¿dónde está el ejemplo por parte de la jefatura del Estado? o ¿acaso van a reducir los ingresos de los Borbones en un 5%?.

Una cosa si que nos queda meridianamente clara: si alguien está esperando a que esa iniciativa parta de Zarzuela, lo tiene más claro que el caldo del asilo. Aquí ya no cuenta el marketing propagandistico de la casa del Borbón. Y es que mucho me temo que les gusta el dinero demasiado… nuestro dinero, claro.

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