El caso Foxá

El caso Foxá

Contra la Soledad

La República

09/03/2011

El caso Foxá, que va a llevar al banquillo judicial a la concejala de Sevilla Pepa Medrano, es casi exacto al ocurrido en Francia con Céline. Sólo que allí se va a resolver sin las reminiscencias del nazi-fascismo que en España nos llevan a vivir una especie de democracia de los vencedores, una vez demostrada la cobardía de la ley de memoria histórica, que sin duda está en la base de hechos surrealistas como el caso de Garzón, el de Miguel Hernández (que aún sigue condenado a muerte, como tantos otros) y el caso Foxá.

¿Qué ocurrió exactamente en Sevilla? Se deniega un local municipal a la petición de “Homenaje a Agustín de Foxá en el cincuenta aniversario de su muerte” (sic). Es decir, no se prohíbe nada; simplemente no se cede un local municipal, un centro cívico, para un homenaje (nunca se dice literario) a un cómplice del genocidio fascista, por lo tanto, a un criminal franquista. Y para más datos: el homenaje al final se dio, por desobediencia de los peticionarios, en el recinto del centro cívico; exactamente en el jardín, sin que el Ayuntamiento desalojara ni mandara desalojar.

La concejala, y todo el grupo municipal, más el Ayuntamiento (excepto el PP, en minoría), avalaron esta actuación, que fue denunciada por dos asociaciones de ideología muy especial, que nada tiene que ver con la construcción de la democracia en nuestro país.

A raíz de la anulación del permiso, una serie de medios de comunicación inician una campaña feroz, a la que se suman, para sorpresa de todos, intelectuales muy conocidos, supuestamente de izquierdas (más bien “progres”; uno de ellos, después de alabar a Foxá, dijo que el grupo municipal de IU se había pasado y tendría que arrepentirse públicamente).

En definitiva, se ha dictado el auto de procesamiento, por presunto delito, con petición de la fiscalía de una larga inhabilitación; y cárcel y otros “castigos” por parte de los denunciantes.

La primera reflexión hay que dirigirla al sujeto de este caso, don Agustín de Foxá, fascista, dirigente del régimen dictatorial y cómplice al menos del genocidio franquista; desde luego parecía, en principio, rechazado por la ley de memoria histórica como objeto de un “homenaje” que se dice literario pero, que más allá, se puede presuponer siempre político, ya que no es posible separar ambas cosas (al menos en este caso) con la “pureza” con la que ha actuado la derecha mediática, política y esos cándidos (y mercantiles) intelectuales de la progresía. Es más, la audiencia provincial dice en su auto que hubo intencionalidad política en la suspensión. ¿Y no la hubo, al menos al mismo nivel , en la petición del homenaje? Todo suena tanto a chapuza y a meter de matute un cierto escarmiento…

Cuando en Francia sacan a Céline de la conmemoración, por parte del mismo ministro que la aprobó en principio, éste llegó a la siguiente reflexión: “Céline merece todas las celebraciones literarias por su genialidad incontestable; pero al haber puesto su pluma al servicio de una ideología repugnante no encaja con el principio de las Celebraciones Nacionales”. Es decir, resultaba inseparable al autor de su obra, cosa que viene demostrando alguno hasta la saciedad, por eso no se puede entender que la jueza que instruyó el procedimiento hable de la literatura como algo ajeno a la ideología y perteneciente a la cultura, y que por eso debe ser honrada desde su calidad, con independencia de su funcionamiento real (el milagro de los panes y los peces: la literatura no tiene nada que ver con la ideología cultural). El caso de Foxá es exactamente igual, aunque desde luego nadie lo puede considerar un genio, como a Céline. Precisamente su novela emblemática, “Madrid de Corte a checa”, que empieza en un tono literario, termina en su última parte (“Hoz y martillo”, cito de memoria) con un ataque virulento no ya a los comunistas y republicanos, que también, sino al pueblo llano de Madrid, al que se observa con auténtica mirada genocida.

Así, pues, de matute, desde una concepción purista, metafísica, de la literatura (cuya autonomía, por cierto, ha sido laminada por el mercado en los últimos años), se está intentando solventar algo podrido, sanguinario, que se sigue defendiendo, esta vez con el pretexto de la literatura

Un juez y una concejala, ingenuamente, se han adentrado por el jardín de un antiguo dominio aún vigente (el franquismo), y todavía no han regresado. Se les intenta anular, “castigar” con los instrumentos de la democracia. El mundo al revés: hace 40 años el fascismo no permitía la existencia de la democracia; hoy, en cambio, resulta que lo antidemócrata es no dejar que este pensamiento, el fascismo, rinda homenaje a los suyos. Vaya bodrio de ley de memoria histórica.

Una gaceta a la izquierda de la izquierda busca un hueco en el quiosco

Una gaceta a la izquierda de la izquierda busca un hueco en el quiosco

TENDRÁ UNA TIRADA INICIAL DE 90.000 EJEMPLARES

Carlos Camino

El Confidencial

12/03/2011

La noticia ha corrido como la pólvora entre los profesionales del periodismo. Un nuevo diario, de los de siempre, de papel, se presentará en los quioscos a principios de abril. La Voz de la Calle ha sorprendido desde todos los puntos de vista con su lanzamiento: se situará a la izquierda, saldrá a la calle con una tirada de 90.000 ejemplares y su precio será como el de un grande, 1,20 euros.

Una apuesta arriesgada que contará con una plantilla de 50 periodistas comandados por un director del que todavía se desconoce el nombre y por Rodrigo Vázquez de Prada y Eugenio Viejo en las subdirecciones. Uno de los principales impulsores de esta cabecera ha sido el histórico empresario comunista Teodulfo Lagunero, uno de los pulmones económicos del PCE. Aparte de él, entre los nombres que compondrán el comité editorial del medio destacan el rector de la Universidad Complutense, Carlos Berzosa, la viuda de José Saramago, Pilar del Río, o el ex director general de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza.

La alta tirada inicial ha sorprendido en el entorno periodístico. Un medio nacional situado en el otro extremo ideológico de La Voz de la Calle, La Gaceta, alcanzó el pasado mes de enero una cifra de difusión de unos 44.000 ejemplares. Por su parte, Público, que estará teóricamente a la derecha del nuevo diario, a pesar de alcanzar una notable cifra de difusión (105.007 ejemplares en enero), sigue caracterizándose por sus dificultades para solventar sus pérdidas económicas.

La Voz de la Calle estará participado mayoritariamente por un histórico, Teodulfo Lagunero. Este empresario ayudó a Carrillo a pasar la frontera con la no menos histórica peluca o financió la sede del Comité Central del PCE en plena Transición. Ahora, a sus 84 años, se lanza a una nueva aventura. “Nosotros no nos metemos con nadie. No vamos ni contra El País ni contra Público”, cuenta a El Confidencial.

El veterano empresario explica el motivo de tan alta tirada: “Queremos llegar a muchos puntos de venta en toda España y por ello debemos ir muy fuertes, luego, según los resultados, ya nos iremos adaptando al mercado”, señala Lagunero, que defiende la validez del lanzamiento de este “diario de izquierdas, objetivo y de calidad”: “La mitad de España es sociológicamente de izquierdas. Además, existe una desigualdad en cuanto a medios”, ya que considera que los de derechas ganan en número a los de izquierdas.

Ni grupos mediáticos, ni partidos políticos

Por el momento, Lagunero desmiente la presencia detrás de ningún grupo mediático ni de ningún partido político, tal y como apuntaban diversos medios en relación a Izquierda Unida. “Somos objetivos. Si el PP propone algo que consideremos bueno, lo defenderemos también. Las distintas voces tendrán turno de réplica. Defendemos a España, a los trabajadores, a los parados, a los funcionarios y a la Justicia”, zanja.

A pesar de la falta de vinculación con ningún partido político, Lagunero destaca el compromiso de todos los implicados. “Somos entre 240 y 250 socios, en los que hay personalidades significativas de izquierdas como rectores, catedráticos, economistas… El grupo de lectores a los que queremos dirigirnos es, como reza nuestro nombre, a la calle de verdad”, afirma. Asimismo, Lagunero niega vinculación con el diario digital La República: “Una cosa es La República, con la que colaboramos algunos, y otra La Voz de la Calle”.

Por el momento, por lo que se apuesta es “por el periodismo de calidad”, aunque sin adelantar más nombres de los mencionados en la plantilla de 50 personas. Una apuesta que deberá comprobarse el primero de abril.

http://www.elconfidencial.com/comunicacion/2011/voz-calle-lagunero-gaceta-izquierda-quiosco-20110312-75962.html

La Transición hecha transacción

La Transición hecha transacción

Con el Premio Tusquets, Rafael Reig ajusta cuentas con el pasado reciente

Peio H. Riaño
Público
11/03/2011
A Rafael Reig le gusta dividir el mundo por categorías. Cree que hay dos tipos de novelas: las Ikea y las Carrefour, unas te llevan y en otras te pierdes. Que hay dos tipos de escritores: los que escriben la misma novela cada vez mejor y los caprichosos que cambian con cada nuevo lanzamiento. Dice que admira a los primeros y destaca a Juan Marsé, “que escribe la misma cada vez mejor”, pero que él es más de los segundos. Después de tres novelas inundando Madrid y su eje central, el Canal Castellana, revisando los desperfectos de la Transición, apuntando a la novela de género negro y renaciendo a personajes como Carlos Clot, Rafa Reig (Asturias, 1963) ha ganado el Premio Tusquets con la novela que le dio a conocer, pero madurada, reposada y mejorada. Todo está perdonado, después de Sangre a borbotones y Guapa de cara, es el ajuste de cuentas definitivo del escritor con sus principales fantasmas.

El mayor de ellos es la violencia revolucionaria, el tema de fondo de esta novela, que recorre los últimos 70 años de este país para abrir un debate sobre la violencia y su proceso de transformación social. Se pregunta mientras busca en voz alta una salida a un sistema como el capitalista: “¿Es tan fácil como ir a los ricos a pedirles que repartan? No sé, mira cómo acabó Allende… La vía democrática del socialismo no parece que sea posible”.

Así es como Reig acaba con el mito de la clase media: “La clase media era inmensa, acogedora y abrigada. Cabían todos: los trabajadores decentes, los ingenieros, los médicos, los empresarios, las viudas, los pensionistas y el Consejo de Ministros en pleno. Con decir que hasta el caudillo cenaba sopa y empanadillas, como el resto de la clase media. Y las sentencias de muerte las firmaba en una mesa camilla, nada de escritorios Segundo Imperio”. Subraya que la clase media en el franquismo “acomodó y adocenó” a base de decencia, fe y trabajo honrado.

La lucha de clases

La sufrida clase media fue el tejido que tuvo unido al país del miedo. Avisa del peligro de la clase media, porque en cuanto esta se ve en peligro, se vuelve “reaccionaria”. “En ella es donde se cuece el fascismo”, asegura. Todo está perdonado es una impugnación de las dictaduras de la clase media, a la que dibuja como una caprichosa que cree que tiene todo lo que se merece y no se da cuenta de sus privilegios. Reig se reconoce como un “viejo marxista”: “La Historia es la historia de la lucha de clases. Sé que decir esto es como poner una foto mía en pelotas en YouTube”, bromea.

A fin de cuentas, esta novela es un diálogo con su generación, que estos días saca a la luz otras revisiones de este periodo, como la de Antonio Orejudo (Un momento de descanso) o Benjamín Prado (Operación Gladio). El perfil que traza Reig es el de una generación producto del desarrollo industrial, de cuando España sólo quería confort: “La gente renunció a cambiar el mundo por vivir bien. De eso somos hijos los de los sesenta. Nuestros padres perdieron la memoria a cambio de un plato de lentejas”.

Empeñado en reconstruir la memoria que sus padres no quisieron mostrarles, se vuelve tajante: “No fue una Transición, fue una transacción”. Esta expresión asola cada una de las vidas de la familia protagonista, que como hizo Thomas Mann en Los Buddenbrook (1901), describe la decadencia de una familia recogida en los calores de la burguesía recién estrenada. Reig se atreve con las estrategias que los vencedores utilizaron para perpetuar el poder tras la guerra, en la paz.

Entre los culpables destaca a una monarquía “tributaria del Imperio de Washing-ton” y la Iglesia: “Siempre ha puesto una vela a Dios y otra al diablo”, explica. Sin olvidarse del fútbol, aunque él no haya visto un partido en su vida: “El fútbol ha sido la santa misa española”, dice. La casualidad quiere que en la mesa de al lado del hotel en el que se hace esta entrevista se siente Luis Aragonés, de traje, a quien el protagonista de Reig odia por haber apartado a Raúl de la Selección en la última Eurocopa: “Un equipo materializa la voluntad del capitán, de un hombre superior”, le hace decir a su personaje.

El mismo escritor incapaz de reconocer al exseleccionador ha vuelto a tantear los límites de la democracia por escrito. Esta vez con una generación hedonista y voraz. Porque entonces había dos tipos de hijos: “Los que se comían antes las patatas que el filete y los que dejaban lo bueno para el final”. Él es de los primeros. Eso sí.

http://www.publico.es/culturas/365546/la-transicion-hecha-transaccion

La última voluntad de Enrique Curiel

La última voluntad de Enrique Curiel

Fernando López Agudín

El desconcierto

03/03/2011

Que se envolviera su ataúd con la bandera roja del Partido Comunista de España. No es muy frecuente que esa sea la última voluntad de un miembro del comité federal del Partido Socialista como ha sido la de Enrique Curiel en víspera de su prematura muerte. No por nostalgia de su pasado antifranquista, desde lo que se denominaba El Partido, sino como expresión del desconcierto de la izquierda ante la deriva neoliberal del PSOE. Quien vivió el hundimiento del comunismo, vivía con desasogiego la autodestrucción del socialismo.

Pocos como Curiel expresan tan bien la crisis de la izquierda española. Tras formar parte de aquellos jóvenes que militaron en la clandestinidad del PCE, los mejores de su generación, optó por la casa común del PSOE cuando Gonzalez iniciaba el abandono de la socialdemocracia que Zapatero acaba ahora de rematar. Justo cuando fallecía, el mismo líder socialista que se había sumado a Chirac en el intento de frenar la invasión de Irak no se suma a los esfuerzos de Sarkozy por impedir que los estadounidenses invadan Libia.

Esa bandera roja sobre el féretro de Curiel recuerda que el fracaso de las respuestas de una izquierda real no anula el acierto de sus preguntas. Esa reflexión de Octavio Paz es hoy más actual que cuando fue formulada. Tanto que el abismo electoral hacia el que camina el Partido Socialista se explica porque su electorado rechaza la mala copia de los originales del Partido Popular que les ofrece la Moncloa. Ni la insoportable levedad de Zapatero, ni la amplia capacidad de intriga de Rubalcaba, ni el muy discreto encanto de Chacón, pueden ahogar las preguntas sin respuestas de millones de sus electores.

http://eldesconcierto.wordpress.com/2011/03/03/la-ultima-voluntad-de-enrique-curiel/

El modelo español para la exportación

El modelo español para la exportación

Arturo del Villar*
03/03/2011
El presidente del Gobierno y secretario generalísimo del partido impropiamente denominado Socialista se ha ido a Túnez, según sus declaraciones, para exponer a sus dirigentes el modelo español de transición de una dictadura a la democracia. Nada más anunciar su visita dimitieron el jefe del Gobierno y cinco ministros tunecinos. La fama de gafe del compañero Rodríguez le precede.

¿Qué modelo quiere exportar? En Túnez el dictador Ben Alí estuvo 23 años en el poder, hasta que una revolución popular le obligó a exiliarse el 14 de enero pasado. En España el dictadorísimo se mantuvo en el poder 36 años y ocho meses, sin contar los dos años y ocho meses de la guerra, y se murió de viejo después de designar a su sucesor, sin consultar la voluntad del pueblo, algo que nunca le preocupó.

El sucesor designado por él lleva 35 años en el poder, en una dilatada transición hacia la vuelta a la legalidad constitucional cercenada por la sublevación militar. Todos los colaboradores del dictadorísimo continuaron en sus puestos, porque no se juzgó a nadie por los crímenes cometidos. Todavía algunos supervivientes ocupan cargos oficiales, como el antiguo ministro fascista Fraga, a quien acaba de rendirse un homenaje en el Congreso de los Diputados.

Este modelo es el que quiere exportar a Túnez el compañero Rodríguez. Los españoles preferimos que importe a España el modelo tunecino, verdaderamente democrático y rápido. Pesan demasiado 35 años de transición.

Otro modelo que el compañero Rodríguez pretende exportar al mundo es el del Ejército español, compuesto por hispanoamericanos y africanos, como la Legión Extranjera, porque los jóvenes españoles desconfían de su Ejército, al haber oído contar historias de la dictadura militar. Los militares españoles van destinados a cumplir misiones en países subdesarrollados, para instruir a sus fuerzas armadas.

Pero resulta que el 24 de febrero murieron cinco militares y tres más quedaron heridos en la Academia de Hoyo de Manzanares (Madrid), al intentar desactivar unos explosivos. Y tres días después unos cacos entraron en la Base General Menacho de la Brigada Mecanizada en Badajoz, en un todoterreno militar, y robaron todas las armas que quisieron, y no dinamitaron el cuartel porque no les dio la gana.

Otro modelo exportable es el de la independencia del reino de España, como nación soberana. Pero el 1 de marzo la ministra de Asuntos Exteriores ha declarado que todas las bases militares españolas están a disposición de los Estados Unidos, si se deciden a invadir a Libia. Actitud típica de colonia ante el Imperio, nada imitable.

Y es de suponer que el compañero Rodríguez no pretenda exportar el modelo económico español, porque acaba de regresar de un viaje de pedigüeño por países vecinos de Túnez, para ver si puede dar de comer a los cerca de cinco millones de desempleados del reino. Más le valdría no hacer de viajante de comercio, y procurar que los demás países ignoren los modelos españoles, para no avergonzarnos más de lo que ya estamos.

http://www.unidadcivicaporlarepublica.es/index.php/opinion-actualidad/politica/1092-el-modelo-epanol-para-la-exportacion

* Arturo del Villar es presidente del Colectivo Republicano Tercer Milenio.

** Viñeta del dibujante Ferreres, publicada en El Periódico de Catalunya.

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