Arturo del Villar

Web UCR

23/05/2012

No acudiré al estadio para presenciar el partido final de la Copa del Rey,
porque creo que el fútbol es el opio de los pueblos y la rémora del progreso
social, dicho sea con permiso de Marx. Pero saldré a la terraza de mi casa a la
hora de inicio del partido, para silbar con todas las fuerzas de mis
pulmones.

Es la única manera de que disponemos los
españoles para demostrar nuestro rechazo a la monarquía del 18 de julio,
instaurada por el dictadorísimo con el propósito de continuar su régimen
genocida. Instauró una monarquía vitalicia y hereditaria, en la que se supone
que el llamado tripríncipe de Asturias, Girona y Viana heredará la corona a la
muerte o incapacidad declarada de su padre, y así sucesivamente, mientras los
vasallos lo toleremos. No se nos permite opinar, nunca hemos podido hacerlo
desde que los militares sublevados ganaron la guerra gracias a la complicidad
del nazifascismo europeo y del Vaticano.

Los medios de comunicación conservadores, que
son todos los existentes en el reino, con algunos pequeños matices
diferenciadores, critican hoy negativamente la invitación de Amaiur para
participar en la pitada nacional. Alegan que el rey, la bandera bicolor y el
himno denominado Marcha Real son patrimonio de todos los españoles, y por lo
mismo hay que respetarlos. No es cierto. Muchísimo españoles reclamamos la
posibilidad democrática de elegir libremente al jefe del Estado cada cierto
tiempo, y reconocemos como enseña nacional la aprobada por decreto de fecha 27
de abril de 1931, con “tres bandas horizontales de igual ancho, siendo roja la
superior, amarilla la central y morada oscura la inferior”. En cuanto, al himno
nacional, el único legal es el de Riego, evocador de los heroicos paladines de
la libertad frente a la tiranía monárquica.

La fascistísima presidenta de la Comunidad de
Madrid, la deslenguada condesa de Murillo, alias La Espe, ha tenido la
ocurrencia de proponer que el partido se celebre a puerta cerrada, sin
asistencia de público, para evitar la pitada al rey o al tripríncipe o al que lo
represente en el palco. Es una propuesta lógica en los cortos alcances de su
pensamiento fascista, puesto que se trata de una manera más de impedir a los
vasallos manifestar nuestra opinión sobre la monarquía.

Si no se nos permite reclamar la celebración
de un referéndum para conocer la voluntad popular respecto a la forma del
Estado, no tenemos otro medio de expresarnos que pitando al rey en sus
apariciones públicas, ya sea con su legítima o con su barragana de turno, y a su
hijo presuntamente sucesor, y a su yerno el ladrón de guante real, y hasta a su
nieto el cazador de pies, que es una categoría anterior a la de cazar leones.
Por el momento. Hasta que el Partido Republicano de Izquierdas se consolide.
Entonces nadie pitará, porque todos estaremos gritando a una voz: ¡Viva la
República Federal!

http://www.unidadcivicaporlarepublica.es/index.php/monarquia/casa-irreal/4479-yo-tambien-pito-al-rey-a-la-corina-al-triprincipe-a-urdangarin-y-hasta-froilanin

* Viñeta de Mena.

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