Carta de la hija del juez condenado por el Tribunal Supremo
María Garzón Molina
09/02/2012
El País
Esta carta está dirigida a todos aquellos que hoy brindarán con champán por la inhabilitación de Baltasar Garzón.
A ustedes, que durante años han vertido insultos y mentiras; a ustedes, que
por fin hoy han alcanzado su meta, conseguido su trofeo.
A todos ustedes les diré que jamás nos harán bajar la cabeza, que nunca
derramaremos una sola lágrima por su culpa. No les daremos ese gusto.
Nos han tocado, pero no hundido; y lejos de hacernos perder la fe en esta
sociedad nos han dado más fuerza para seguir luchando por un mundo en el que la
Justicia sea auténtica, sin sectarismos, sin estar guiada por envidias; por
acuerdos de pasillo.
Una Justicia que respeta a las víctimas, que aplica la ley sin miedo a las
represalias. Una Justicia de verdad, en la que me han enseñado a creer desde que
nací y que deseo que mi hija, que hoy corretea ajena a todo, conozca y aprenda a
querer, a pesar de que ahora haya sido mermada. Un paso atrás que ustedes
achacan a Baltasar pero que no es más que el reflejo de su propia condición.
Pero sobre todo, les deseo que este golpe, que ustedes han voceado desde hace
años, no se vuelva en contra de nuestra sociedad, por las graves consecuencias
que la jurisprudencia sembrada pueda tener.
Ustedes hoy brindarán con champán, pero nosotros lo haremos juntos, cada
noche, porque sabemos que mi padre es inocente y que nuestra conciencia SÍ está
tranquila.
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