Editorial

27/02/2012
Más compañeros sin trabajo, menos pluralismo en los medios de comunicación y
la crónica incapacidad de la auténtica izquierda para construir la
imprescindible política de comunicación que nos permita distinguir entre lo que
parece y lo que puede ser.
El cierre de Público es una mala noticia pero con muchas
contradicciones. No lo cuentan igual los dueños del medio que los trabajadores,
los que más pierden. No es lo mismo la identificación de miles de lectores con
la esperanza de un espacio para la izquierda que un proyecto empresarial sin
garantías de coherencia y sinceridad.
¿Vamos a seguir sin afrontar en profundidad el debate? ¿Por qué la izquierda
no ha podido y el PSOE no ha querido abrir brechas en el poderoso sistema de
medios de comunicación que determina la actitud de la inmensa mayoría de los
ciudadanos? ¿Por qué ni el PCE ni IU ni el resto de la izquierda ni los
sindicatos mayoritarios ni ahora el 15-M son capaces de articular un proyecto
unitario que combine los derechos de los ciudadanos, la libertad profesional, el
bienestar laboral y el acceso de la izquierda a la democratización de los medios
de comunicación?
¿Nos vamos a conformar con la denuncia del control de los medios más
influyentes por los grandes poderes mientras nos refugiamos en la creciente pero
limitada posibilidad de las redes sociales, en cuya utilización se reproduce la
ignorancia en comunicación de la izquierda?
¡Cuánta responsabilidad tienen las organizaciones políticas y sociales que no
han enseñado a los ciudadanos la importancia de la información y se han
encerrado en políticas sectarias y marginales! ¡También los sindicatos que
desconfían de los trabajadores de la comunicación y se conforman con negociar un
minuto en los telediarios! ¡Y los que votan a la izquierda y han dejado caer
sucesivamente a todas las iniciativas que, con mayor o menor acierto, se han
puesto a su disposición! ¡Qué poco ha aportado el 15-M para que la información
se convierta en conocimiento y mejore la participación en una auténtica
democracia!
Si la izquierda quiere por lo menos un medio de comunicación con la
credibilidad suficiente para alimentar la confianza de una gran audiencia,
necesita un proyecto unitario que se encarne en el programa político de la
resistencia y que resulte imprescindible para las direcciones de las
organizaciones políticas, sindicales y sociales; un equipo de profesionales que
comprenda que la mejor militancia es la información de calidad y el respaldo
social que se basa en el convencimiento de que entre todos tenemos que pagar lo
que necesitamos. Y si la izquierda quiere abrir una brecha mayor en la red de
medios controlada por los grandes poderes, tiene que reclamar, también desde la
unidad, el convencimiento y la participación, el reparto de las licencias
audiovisuales de manera equitativa (como en América Latina) entre los negocios,
las iniciativas sociales y el servicio público, reservando en este último sector
el espacio para el derecho de acceso que la Constitución establece.
http://www.cronicapopular.es/2012/02/hay-que-pagar-por-lo-que-necesitamos/

* En estos últimos meses, varios miembros de la Junta Directiva de UCAR-Granada han suscrito participaciones de la sociedad editora del periódico Crónica Popular, convencidos de la imperiosa necesidad de contar con un referente republicano de profesionalidad y solvencia acreditadas en los medios de comunicación de masas.

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