Juan Carlos Monedero
09/02/2012
Fue Trillo, el entonces portavoz de justicia del PP en el Congreso, quien afirmó
que el que los buscaba los encontraba. Su misión dentro del Partido Popular era
digna de Homero Simpson: “yo no he sido, no me has visto, no puedes
demostrarlo”. Carlos Fabra, con sus gafas de Pinochet, es el más feo. Pero los
trajes elegantes de Zaplana no nos hacen olvidar el “yo estoy aquí para forrarme”
ni la anulación de los juicios por defecto de forma o alargamiento de los
plazos. Ni las maneras de señorito malote de Trillo ocultan el caso Yakolev y
las mentiras dichas como Ministro de Defensa.
Los delincuentes de cuello blanco conocen bien el sistema en el que han
prosperado. Niegan, dilatan -con las posibilidades que da el dinero a menudo
obtenido fraudulentamente- los procedimientos hasta lograr la prescripción,
buscan encubrir en las urnas los delitos, sobornan o amenazan (¿qué ha pasado
con el jurado popular que juzgó el caso de los trajes de Camps?). Y si un juez
es un electrón libre –no hace falta que lo sea siempre: sólo cuando ejerce como
tal-, lo asustan, lo acorralan y lo baten. Cuarenta años en los cotos de caza en
compañía del Generalísimo producen su experiencia.
Es tan evidente que repetirlo da vergüenza. Los jueces a los que se demostró
parcialidad en el juicio por los crímenes del franquismo -y que tuvieron que
dejar esa causa-, están también en el juicio por las escuchas de la red criminal
Gürtel. “Si no te cazo por aquí, te cazo por allá”, parecen pensar mientras
sonríen. Hay casos anteriores en donde se realizaron escuchas a los abogados
(caso del narco Vioque y del asesinato de Marta del Castillo, por no citar la
infinidad de veces que se ha hecho con ETA o su relajado “entorno” -cuando
Garzón no molestaba-). Por último, el juez que prosiguió con el caso prorrogó
las escuchas  inicialmente solicitadas por la policía (que demostraban que,
efectivamente, los abogados estaban haciéndose cargo del ocultamiento del dinero
robado por la red). Aznar dijo que aunque no hubiera armas de destrucción masiva
en Irak, aquello mereció la pena para sacar a Sadam Hussein. Sería bueno
escucharle qué opina de los abogados de la Gürtel y el juicio a Garzón. ¿Estará
de acuerdo en procesar a esos abogados leales con el crimen? Si interceptar las
conversaciones entre abogados y presuntos criminales debilita las garantías de
los detenidos –cosa que parece evidente- lo debe parecer siempre. Si así hubiera
sido en cada caso, a ningún policía se le ocurriría solicitarlo, a ningún juez
se le ocurriría a hacerlo, a ningún fiscal autorizarlo ni a ningún juez
sustituto prorrogarlo. Pero ese no es el problema: si quieres cazar a un corzo,
pruebas con la escopeta, con perros, con veneno y hasta con arco y flechas, para
luego extenderte la sangre por la cara en señal de triunfo.
¿Se darán los jueces ya por tranquilos? No hay razones para pensarlo. Hoy
somos el hazmerreír del mundo y a esos jueces no les ha quitado el sueño nuestro
ridículo como país. Ahora, se aprestarán a callar a los que preguntan por los
crímenes del franquismo. Y qué extraño es que persigan el cobro de unos cursos
en Nueva York y no lo hagan con los cursos de preparación de jueces que imparten
buen número de ellos (siendo taxativamente ilegal). Cuando es el bolsillo propio
el que se recrea, todo nos parece más amable.

Llevamos tiempo diciendo que con el relato de la Transición sólo vamos a
tener una democracia de baja intensidad. No te acuestas juez franquista y te
levantas juez demócrata. Lo vemos en el Tribunal Supremo. Jueces que lo fueron
del franquismo y que acusan a Garzón de crímenes propios de estados
totalitarios.

¿No fusilaron en 1939 a los jueces leales a la República
acusándoles de auxilio a la rebelión? Si fuera cierto que Garzón se equivocó
(¿qué juez no lo hace?), le corresponde el castigo adecuado. Achacar intención
al error es querer ir más allá. Pero cuando quieres asustar al bosque, desuellas
al animal batido. El que fue fiscal anticorrupción, Jiménez Villarejo, lo ha
resumido señalando al Tribunal Supremo: “Casta de burócratas al servicio de
la venganza institucional”. ¿Qué juez va a atreverse mañana con el PP? En Italia
los volaba la mafia. Aquí los inhabilita el Tribunal Supremo.

¿Hasta cuándo va a callarse la democracia en este país? ¿Cuánto tiempo más
vamos a repetir el absurdo de que hay que respetar en cualquier caso las
decisiones de los jueces? Siguen achicando el espacio democrático. ¿Nos
acordamos de las leyes de Nüremberg de 1933 y de juristas prestigiosos como Carl
Schmitt que justificaron esa prohibición de matrimonios entre arios y judíos? El
fascismo siempre ha tenido jueces saludando con el brazo en alto.
http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2012/02/09/estofado-franquista-de-juez/

* Posdata: La Plataforma “Solidarios con Garzón” de Granada, de la que forma parte UCAR-Granada, vuelve a convocar a la ciudadanía, a fin de protestar contra la inhabilitación del hasta ahora magistrado de la Audiencia Nacional. La cita es para mañana domingo, 12 de febrero, a las 12 del mediodía, en la Plaza Nueva de la capital, frente a la sede del TSJA.

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