Álvaro Calleja

GranadaiMedia

05/10/2012

Memoria, reparación y dignidad. Quizá hayan sido las palabras más pronunciadas en el emotivo acto de homenaje y señalización de  la tapia del cementerio granadino de San José como ‘Lugar de Memoria’. Han tenido que pasar 76 años para que familiares de los miles de  fusilados en el muro del camposanto, unos  4.000 según los historiadores, vean colmada en parte sus deseos de asistir en vida al último capítulo de una terrible historia cuyas heridas no acaban de cicatrizar.

Ni el sufrimiento de muchos años de silencio, ni el calculado menosprecio de las autoridades, en este caso del gobierno municipal de Granada, ayer presente en el acto a través del concejal independiente Fernando Egea; nada de ello han impedido que hoy haya un monolito, o más bien un cartel institucional que recuerda a las víctimas que “fueron asesinadas por defender la legalidad democrática”.

Hasta en cinco ocasiones el Ayuntamiento ha retirado la placa cada vez  que los familiares se reunían en el mes de julio para recordar su memoria. Esta vez parece la definitiva, al menos ahora está protegida por ley. Egea, abucheado por una minoría de asistentes con gritos de desaprobación que acalló la multitud, aseguró para la “tranquilidad de todos” que la placa “será velada y custodiada, como no puede ser de otra manera”, por el Ayuntamiento.


Más allá de la presencia institucional, cargos y militantes del PSOE e IU, además de representantes de otros colectivos sociales, los protagonistas en la tarde del viernes fueron los familiares que en representación de las víctimas tomaron la palabra. Manuel Mateo y Gabriel Fernández Valladares, hijo del concejal socialista asesinado Juan Fernández Rosillo, volvieron la vista atrás para reflexionar sobre la suerte y el destino de quienes cargaron con las culpas de la derrota y con sus inevitables consecuencias.
Por su parte, Francisco Vigueras, portavoz de la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica, expresó en nombre del resto de colectivos de reparación a las víctimas* el “compromiso y apoyo” a la decisión de la dirección general de Memoria Democrática de “retirar de una vez por todas los símbolos franquistas”, recordando que en el centro de Granada, en la Plaza de Bibataubín, “hay un símbolo infame que hace apología del fascismo”, en alusión al monolito dedicado a Primo de Rivera, que el Ayuntamiento de Granada “tiene obligación de retirar por coherencia democrática y dignidad política”. La esperanza que a partir de ahora albergan las víctimas, según desveló Vigueras, tiene que ver con la posibilidad de que los nombres de las víctimas figuren en la tapia del cementerio “como si fuera una página de un libro. La mejor lección de historia”.

El poeta Luis García Montero, presente en el homenaje, confesó estar emocionado. Recordó que hubo un golpe militar contra un gobierno legítimo que “se llevó a lo más decente de la sociedad”, e hizo un llamamiento para “recuperar las raíces” como forma de “dar sentido a la democracia y evitar las tentaciones de las prácticas fascistas”. Su propuesta giró en torno a dignificar los barrancos de Víznar y Alfacar para que figuren como ‘Parque Histórico de la Memoria’, declaración que impediría cualquier intento de “especulación” urbanística.


Intervenciones del Gobierno andaluz

El director general de la Memoria Democrática, Luis Naranjo, consideró “incomprensible e inadmisible” que siga habiendo símbolos de exaltación fascista en la ciudad de Granada. Aclaró que, más allá de las sanciones que el Gobierno andaluz tratará de imponer en caso de no se proceda a su retirada, “es una cuestión de demócratas y no de ideas (…), de liberticidas y de defensores de la democracia”. Naranjo apostó también por acabar con la “anomalía democrática” de que siga habiendo miles de víctimas en las cunetas, aunque aclaró que no siempre será posible exhumar. En estos casos, se tratará de buscar algún tipo de reparación que incluye “nombrar a los verdugos”.
El capítulo de intervenciones políticas lo cerró el vicepresidente del Gobierno andaluz, Diego Valderas, que se refirió al acuerdo para defender “la verdad, justicia y reparación de las víctimas”. “El gobierno andaluz tiene una deuda que hoy salda parcialmente, ya que este es un paso más en el camino que juntos hemos de recorrer para fortalecer la democracia”, puntualizó Valderas, quien no tenía dudas de que ayer fue “un día histórico”.

Hubo un minuto de silencio, una ofrenda floral a pie del monolito; lecturas de poemas, entre ellos el que dedicó Antonio Machado a Federico García Lorca, ‘El crimen fue en Granada’, que leyó con pasión Fernando Barros; o el que escribió Marcos Ana tras salir de prisión y que trajo a la memoria el vicepresidente del Gobierno andaluz, Diego Valderas. No faltó el desgarrado cante flamenco de Juan Pinilla y la aportación de la cantante de La Marea, María Martín, que se encargó de cerrar el homenaje a las víctimas con la interpretación del himno de Andalucía.
http://granadaimedia.com/el-cementerio-recupera-la-memoria/

* Verdad, Justicia y Reparación y UCAR-Granada, los otros dos colectivos colaboradores en la organización del acto.

** Imagen cortesía de Landahlauts, responsable del blog La Arbonaida.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, aceptas el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad