Gregorio Morales*

Ideal

07/06/2011

¡Esto es mucho mejor! La indignación de la plaza del Carmen se escucha en Granada. Pero la de la Alhambra, en todo el país. Los indignados se han percatado de que si quieren resonar más allá de la urbe, el lugar de protesta es la Alhambra.
Los palacios nazaríes tienen gancho. Su música suena como un gong. Me lo dijo Mª del Mar Villafranca: “¡No te puedes imaginar el poder de convocatoria de la Alhambra!”. Ahora lo sé. No es que sea una vía. Es que es la Vía. Desde la Alhambra, todo se amplifica. Todo se escucha. Todo trasciende. Ante ella, la puerta del Sol es un juego de niños.
El domingo, la Alhambra se convirtió en la conciencia de España. Los indignados subieron a la colina como una mesnada democrática. Como los conquistadores de un nuevo orden. Y sacaron a Granada de su ominoso letargo para ponerla en vanguardia de la indignación.
Hasta el domingo, los medios nacionales habían concedido poca importancia a los acampados en la plaza del Carmen. Pero desde el domingo, los indignados granadinos marchan con la cabeza del movimiento. Cientos de medios se han hecho eco de su protesta. El mundo ha identificado la belleza de la Alhambra con la bella dignidad de los manifestantes sureños.
Hay lugares que son encrucijadas del tiempo. La Alhambra es la encrucijada de España. Desde ella, se gobernó la ciudad más populosa de Europa. En ella, se consumó la unidad nacional. En sus aposentos, nació la poesía renacentista española. A su vera, Juan de la Cruz escribió los versos más hermosos de nuestra literatura. En su corazón, el cante jondo fue rescatado para el Arte. Ahora, en ella, los indignados claman por que la Junta no destruya Andalucía ni a los andaluces. Parece una verdad de Pero Grullo. Lamentablemente no lo es.
Desde la Alhambra, al mundo. Lo que los políticos han hipotecado, la Alhambra lo deshipoteca. La voz de una ciudad abducida, estallando de pronto a la luz. ¡Qué inteligentes han sido los organizadores!
Las consignas resuenan. “Andalucía no es tu cortijo”, le estamparon al consejero Díaz Trillo, que trató de contemporizar, pero al que le salió el tiro por la culata. El catering con el que iba a agasajar a sus premiados, acabó en un comedor social. ¡Como debe ser! La plaza de los Aljibes se convirtió en un aleph que sumó todas las plazas indignadas de España.
Los lugares no son gratuitos. Lo importante es el entusiasmo, las propuestas singulares, la inteligencia, pero, si no se elige el lugar preciso, imposible levantar el vuelo. Desde la Alhambra, se gana el mundo. Si la Alhambra está indignada, cientos de diarios están indignados. ¡Sólo entonces los políticos comienzan a moverse!
En la puerta del Sol o en la plaza del Carmen, los indignados son inofensivos. En la Alhambra, una revolución.

https://granadarepublicana.com/2011/06/alhambra-indignada.html

* Gregorio Morales Villena es socio fundador de UCAR-Granada.
** Fotografía extraída de Periodismo Cultural, el blog de la comunicadora gaditana Noelia Vera.
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